Rinoplastia
Cirugía de la nariz
La nariz tiene mucho protagonismo en la estética de la cara, que está dada por la mirada y la forma que adopta la boca (sonrisa, desagrado, etc.). Una nariz proporcionada o bonita es ideal ya que cambia la forma de la cara y define mejor los pómulos y el mentón. Una nariz operada debe funcionar correctamente, ser proporcionada de acuerdo con la totalidad de la persona y específicamente con su cara, y el resultado conseguido debe ser natural, es decir, que no se aprecie que ha sido operada. Muchas veces, el paciente puede mejorar su perfil facial con la rinoplastia y efectuar al mismo tiempo un aumento de menton para dar un aspecto mas armonico a la cara. La cirugía de la nariz comprende también todos los casos de reconstrucción post-cáncer (mediante plastias y colgajos), enfermedades degenerativas o enfermedades proliferarías (rinofima) y secuelas de traumatismos en la niñez que producen deformaciones en la vida adulta. Se han efectuado numerosos estudios que han intentado establecer las proporciones ideales de belleza de una cara, cuantificando ángulos en grados y distancias en milímetros, y que han sido utilizados tanto por escultores y artistas como por cirujanos plásticos en la planificación y ejecución de las intervención quirúrgicas de nariz. El estudio preoperatorio es muy importante en este tipo de intervenciones, tanto para identificar las anomalías anatómicas que causan el problema (desviación de tabique nasal, mal posición de los cartílagos alares, etc...), como para valorar las asimetrías preexistentes y el tipo de modificación que se desea producir.
Dependiendo del caso, puede ser posible modificar la forma de una nariz solamente con la extirpación de pequeñas cantidades de cartílago y hueso, pero en otras ocasiones, para aumentar el tamaño de una nariz demasiado pequeña, para rellenar zonas o para dar soporte, será necesario el uso de injertos de cartílago del propio paciente, que podrán ser tomados del tabique nasal, de la oreja a través de una incisión en el pliegue, o en algunos casos de reconstrucción nasal, injertos de hueso de la costilla, de la pelvis o del cráneo.




Conoce el
Procedimiento quirúrgico
Existen varias técnicas de rinoplastia (cirugía de la nariz), que pueden ser agrupadas en dos grupos:
- La rinoplastia cerrada
en la que las incisiones se sitúan por dentro de los agujeros de la nariz (narinas) y algunas fases de la intervención se efectúan sin ver directamente las estructuras. - La rinoplastia abierta
en la que se efectúa una incisión en la piel que separa los dos agujeros de la nariz (columela), que permite visualizar cómo se encuentran los tejidos y tratarlos bajo visión directa.
POSTOPERATORIO
A menudo se efectúa un taponamiento de la nariz, durante unas horas o unos días, que pueden incomodar al paciente y hacer que tenga que respirar temporalmente por la boca. Normalmente se aplica una férula o vendaje rígido de plástico moldeable o de escayola, que es retirado a la semana, para prevenir que la hinchazón modifique el resultado, y debe tenerse en cuenta que, una vez se retire el apósito, la nariz aún estará ligeramente hinchada y deberá ser necesario esperar algún tiempo, que puede variar de paciente a paciente, para contemplar el resultado definitivo que suele ser después del año. El retorno a la vida normal suele ser después de la primera semana.